Si en mayoría de votos se pusiera el éxito o no de cada cosa que hiciera, estoy 100% seguro de que no tendría éxito en nada, pero yo no vivo del resto. Esta es la primera vez que me dirijo a mí mismo y por el momento todo marcha natural, si no creo en mí mismo y en mis capacidades… ¿Quién lo hará? y si pongo mi confianza en alguna otra persona, me arriesgo a que me falle.
Naturalmente, confío en la maldad del ser humano… “todos somos buenos, hasta que nacemos” eso lo dije yo jaja… y eso pienso yo. No digo que todos sean malos y piensan y procuren el mal para los demás tan solo refiero esa frase a que no existe una mansa y dulce paloma que nunca en su vida haya perpetrado contra otra persona (casual o intencionalmente).
Me tiro en mi cama y pienso en un mundo perfecto, en la simplicidad de mis propias palabras y en la complejidad de mis pensamientos, obscurecidos por los recuerdos infelices que a ningún humano son esquivos, pienso en aquel lugar soñado donde la paz es quien reina, donde nadie muere por obra y gracia de una escoria, donde hombres adultos no les pagan a las jovencitas las drogas a cambio de un rato de “compañía” y donde aquel joven alto y ahora estudiante de derecho ha encontrado la respuesta a la pregunta que toda su vida lo tuvo en jaque: ¿Qué es la justicia?… ¿Lo que le conviene al poderoso, como dicen? ¿o simplemente la quimera que piensa alcanzar algún día?
Pero la realidad es que todo lo que mencioné anteriormente existe: mujeres matan a sus hijos antes de nacer, e individuos que se hacen llamar hombres ultrajan, matan y destruyen lo que alguna vez juraron proteger… de alguna manera sin toda esta mierda mi futuro profesional no existiría. La realidad es que este joven estudiante de derecho ha quitado su vista por un instante de su meta personal y de sus estudios (aquellos a los que aún no toma en serio porque piensa que le enseñan idioteces por el momento y si no lo toman en serio en la facultad, pues no debe tomarse en serio a la facultad) para posarla sobre alguien que no soy yo, alguien por quien me atrevo a escribir, alguien de quien me atrevo a escribir, exponiéndome a algún reproche tal vez (realmente no creo que haya reproche (: ) alguien que me estremece y seré sincero eso me intriga, alguien que -para feliz desgracia mía- me pone nervioso de no sé qué y me deja sin palabras sin hacer nada (bendigo a aquellos que se consideran malditos por esta última), una persona que después de poco y sin hacer nada –excepto ser ella misma- me llevó a sonreír de forma no sarcástica, de forma no forzada -y eso me hace feliz-.
“Soy un tanto frío, porque el mundo ha sido frío conmigo ¿podrá alguien hacer que la sangre vuelva a mis venas? realmente confío en que sí.”
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Ya sabes que hay en mi mente... ¿Qué hay en la tuya?