Acabo de darme cuenta que tengo una manía algo peculiar pero no me atrevo a llamar única pues creo que en alguna parte del mundo, alguna otra persona la debe tener, en fin.
El hecho es que cada vez que llego a una habitación a hacer algo, por más luz que esta concentre, prendo la luz correspondiente
me lo expliqué a mi mismo diciendo que era porque la “luz natural” no es suficiente cuando hay que buscar algo, cosa que es totalmente absurda hasta cierto punto, puesto que cuando voy a bañarme hago lo mismo.
En realidad tal manía no debe ser juzgada y no juega el papel principal de este asunto.
Suelo ponerme a pensar o mejor dicho a jugar con las actividades cotidianas de las personas y comprarlas con aspectos de la vida para llegar a una enseñanza final, me creo JESUS??… NO!
Así soy yo que le voy a hacer, en ultima instancia la enseñanza es para que yo pueda entender y ahora que vuelvo a experimentar con el asunto de escribir, tal vez a alguna otra persona le sirva de algo lo que reflexiono.
Para entender un poco la idea de lo que quiero plasmar esta vez, regresaré un momento conmigo “un Lunes cualquiera” en el que vuelvo a prender la luz del baño en pleno mediodía para bañarme y analizaré… ¿Por qué prendo la luz? ¿Por qué nos acercamos a “la luz”?
Medité en esto y obtuve algunas posibilidades, la pregunta es para cada uno, y estaremos al menos medio paso mas cerca de saber “que clase de…” somos.
la primera posibilidad es por puro temor: a lo desconocido, a lo oculto, al porvenir, tal vez estamos tan inseguros que necesitamos un factor externo (familia, amigos, “esa” persona).
la segunda, sigue siendo temor pero esta vez a uno mismo, me explico, temer tener afinidad verdadera con la oscuridad, recapacitar y darse cuenta que no es la persona buena que siempre creyó ser, miedo de descubrir sus verdaderos sentimientos.
la siguiente es simple, no tiene afinidad con esta y prefiere no tener contacto, el miedo no es excusa, podría no “prender la luz”.
Terminaré este caótico resumen de personalidades ,por así decirlo, diciendo que la verdadera razón por la que la prende o no, NO ES IMPORTANTE, sino lo es el ser uno mismo su luz. Y esto tiene que ver mucho con la confianza, el futurO puede ser hecho, lo nebuloso puede ser dispersado y lo temible puede ser vencido, pero con la cucharada exacta de confianza y fe.
¿Por qué prendo la luz yo? …porque quiero que la cuenta de la luz aumente… x)
Si nos apartamos de la osuridad es porque, al ignorar el exterior nos vemos a plenitud. Algunos no estamos listos.
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