“No puedo, es demasiado… demasiada intranquilidad para una sola alma, demasiada tristeza para un solo encéfalo y demasiada picazón para una sola herida”.“Ya que, da igual”
“Cuando conectas tus manos a la parte negra de tu corazón ¿Alguna vez lo hiciste? y entiendes que es el lugar en donde siempre han debido estar conectadas, es cuando debes entender también que si alguna vez serviste para habitar esta tierra… pues ya no sirves más. Si por el contrario, lo haces y entiendes que ese lugar va desapareciendo poco a poco y que solo era un “estado de la mente” quizás sea porque ya te diste cuenta que eres humano, y que serlo no se puede remediar”.Al ser pasadas las horas de la noche, la sensación de soledad aumenta, por eso la gente duerme, para no sentirse sola, para estar acompañada por ese sinfín de personajes que su subconsciente les suministra. Simplemente la sensación de soledad nos abandona… pero solo es la sensación, cuando sueñas estás solo y eso está bien, si hablamos de soñar como las proyecciones de imágenes mentales que se tienen al dormir… pero si hablamos de “soñar despierto” ¿Cuan bueno es hacerlo solo?.
¿Cuán bueno es confiar? ¿Cuán bueno es esforzarse? ¿Cuán bueno es crecer?
¿Cuán bueno es hacer todas estas cosas solo? pero peor aún ¿Cuán malo puede ser dejar de hacer todas estas cosas solo?
La soledad cansa, es esa agitación que se puede tener al subir y bajar un cañón ubicado a 3250 m.s.n.m en el mismo día, sin comer y tan solo con un litro de agua. Esa agitación que te dice ¿Vale la pena? esa agitación que te dice: tírate y espera que los buitres te coman o espera que alguien te rescate y te lleve en sus lomos porque… es demasiado para ti, para ti solo. La soledad propiamente dicha no se disfruta, yo mismo en este momento no estoy solo, me acompañan mis ideas y mis letras, eso me llena me hace sentir acompañado, en calor, en familia, en confianza. La soledad se puede adquirir a la vuelta de la esquina comprando pan… o mientras conversas con alguien cercano; se puede adquirir besando a alguien por primera vez o haciendo el amor, la soledad no es física: se muestra en un plano más espiritual y por lo tanto más abrumador, misterioso y doloroso.
No, no me siento solo, hoy por hoy no; y no me he sentido así en mucho tiempo. Y mi esperanza está en no volverme a sentir así.
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Ya sabes que hay en mi mente... ¿Qué hay en la tuya?