Hay cosas que mi lado persona no puede declarar, hay cosas… que me salen mejor cuando me pongo la careta de “escritor” o “pseudo escribidor”.
No, ni siquiera por chat te lo puedo decir, ni por teléfono; quizás porque no se me había ocurrido o tal vez porque creo que sonaría muy “maricón de mierda” -no gay porque no conduzco un mercedes, es más ni conduzco-.
Eres la clase de persona que he odiado durante toda mi vida, creo que porque eres tan diferente de mí: en mi egoísmo y forma despectiva de mirar a los demás como si se merecieran el infierno y el sufrimiento que aquejan. Mientras tú los ves a todos con ojos de esperanza y de que "”vamos, seamos amigos” mientras yo los miro con ojos de “lárgate, no te necesito”.
Ja… sí, te odié… como a muchas personas que aún sigo “odiando” la diferencia es que siendo tú como eres lograste hacerme entender que por más diferencia que yo había visto, en realidad éramos a la vez muy similares… visión, esperanzas, argumentos y formas de sentir y percibir el exterior… (Sin mencionar que ambos podemos llorar de amor por un gol a los 90’ de una camiseta legendariamente crema)
primero amigo luego hermano, debo decirte que espero no hayas olvidado cómo recitarle en clase a alguien que estaba a un par de kilómetros porque yo no lo he hecho; debo decirte que siendo tan diferentes y tan similares te he visto como hermano… debo confesarte que después de conocerte, mi modo de mirar a las personas ha cambiado y que mi prejuicio se ha vuelto más flexible.
No hay que esperar al final para ver al principio, por cierto se me antoja un “trans”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya sabes que hay en mi mente... ¿Qué hay en la tuya?