¿Por qué un calmado domingo soleado tenía que ser para mí el punto que dividiría mi vida hasta ahora en 2 partes? si ese día es en el que menos movimientos realizo, quizá “hacer poco” algunas veces es llegar a mucho (sin menospreciar los frutos del trabajo arduo y empeñoso).
Yo me crucé con tu silueta en un tiempo en el cual me estaba yendo mejor, ya no tenía problemas en casa y había dejado el mal hábito del cigarrillo; me crucé con tus ojos que tienen la capacidad de preguntarme como estoy, y obtener la respuesta sin que yo siquiera lo diga; me encontré con tus manos que me guiaban cada vez que caminaba sin rumbo, y que a veces tenía que tomar para guiarte; me encontré contigo y sí, fue casualidad, una de las pocas de las que no me arrepiento.
Escribo esta carta no porque estés lejos, escribo esta carta a sabiendas que no la leerás, no la escribo por vicio ni por orgullo, la escribo para saber si lo hago por amor.
Es que como bien sabes se me hace complicado saber muchas veces que es lo que estoy sintiendo, es por ello que me arrepiento de mis reacciones cuando no expresan lo sentido, creo que te has dado cuenta en algún momento de esto, ya que en más de una ocasión no logré demostrar que había dentro de mí.
Escribo todo esto porque no te la enviaré, la escribo como quien grita en el espacio o como quien espera su sentencia. ¿Recuerdas aquellas veces en que solamente existíamos tu y yo? No fue, si no hasta una de esas tarde que comprendí el término “mundo para dos”.
No pensé jamás aprender cosas tan complejas de una manera simple, no hasta que me las simplificaste; tampoco creí que en algún momento iba a contar las cosas que sabes de mí.
No pensé que reiría sinceramente de mis errores o de mis manías y nunca pensé que me burlaría de tus temores tan sensatamente.
Lo que sí pensé, en algún momento, fue encontrar a alguien como tú; que me trate como soy –no como lo que tú eres, ni lo que quieres que sea- tan espontánea y tan desenfadada, tan centrada y medida.
Me gusta cuando me haces cambiar de opinión de vez en cuando, porque me recuerdas que no siempre tengo la razón, y me encanta que te ruborices y preguntes cada vez que te miro fijamente.
Odio que a veces tomes en poco las cosas que hago –así sea en broma- y odio que digas “lo sé” cuando repito que te extraño. Sé que puede ser broma pero a veces acabo por creer que no te importa. Y sobre todo odiaba que me despertaras cuando quería echarme un ojo.
Extraño tus raros antojos, extraño que te resbales y luego me cuentes, extraño que me salves la vida de los despiadados autos…
Efectivamente soy cursi, y sí, sé que no te gusta, pero esta vez y únicamente esta vez NO ME IMPORTA
Espero la estés pasando bien, aléjate de el lado izquierdo de las veredas (la parte pegada a la pista) uno nunca sabe en qué momento un loco se descarrila y no quiero que mueras porque aun no envío a lavar mi sastre negro, ¿Me dejarías ir de otro color? En fin, yo sé que siempre me haces caso así digas lo contrario.
Cuídate mucho
Te estima y quiere…
P.D: no hay postdata porque ya lo dije todo, léela nuevamente en caso algo no haya quedado claro, estoy seguro que todo está allí (claro si es que la lees tú)
ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...!! ESTA SUPER LINDO..Y ME TRAE MUUUUUUCHOS RECUERDOS..SABES QE YO HICE ALGO MUY PARECIDO CON MI EX ENAMORADO...CASI TODO LO QE ESCRIBES ERA LO MISMO QE PASABA ENTRE NOSOTROS..!!
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